lunes, 10 de enero de 2011

Eugenio María de Hostos: Ciudadano de las Américas...


https://www.cervantesvirtual.com/portales/eugenio_maria_de_hostos/imagenes_retratos/imagen/imagenes_retratos_06_eugenio_aria_hostos/
"Educa a la mujer para que sea ella quien eduque a los niños que serán los hombres que forjarán la patria...! 
Chile, 1873.


Eugenio María de Hsotos, el Ciudadano de las Américas, como se le conoce por su gestión en favor de la unión de los países de América, nació el 11 de enero de 1839 en Mayagüez, Puerto Rico en 1839. Dedicó su vida al servicio de los demás desde el campo político, pedagógico y la literatura.

Cursó sus estudios primarios en el Liceo de San Juan de Puerto Rico, prosiguió sus estudios secundarios en España y continuó en la Facultad de Derecho de Madrid. Luego, viajó a París, de allí a Nueva York, desde donde luchó por la Independencia de Cuba donde, más adelante fundaría el periódico "La revolución", con este fin.

A partir de 1871, comenzó a recorrer América del Sur (Colombia, Perú, Chile, Argentina y Brasil), defendiendo su ideario antillano en defensa de la libertad de sus pueblos. A través del tiempo y de su paso por estos países hermanos, fue dejando su huella y su contribución al progreso y la educación de América del Sur.

En Chile, profundizó en sus ideas educativas y en la instrucción de la mujer; allí publicó "El Juicio crítico de Hamlet". Fue miembro de la Academia de la Academia de Bellas Letras de Santiago.

En Argentina, propició la construcción del ferrocarril trasandino, que lleva su nombre. Primer tren en cruzas la Cordillera de los Andes. Allí también su pluma se dejó sentir al publicar artículos en el Diario "La Nación".

En Brasil se dedicó a escribir sobre la exuberancia de la naturaleza en esta zona.

En 1874, dirigió con el escritor cubano Enrique Piñeyro la América Ilustrada. En este año regresó a Nueva York.

En 1875, regresó a las Antillas, a la única isla libre, la República Dominicana; y en Puerto Plata, Santo Domingo, dirigió Las Tres Antillas. El ideal de Hostos era lograr la Confederación Antillana.

Volvió nuevamente a Nueva York. Luego se dirigió a Caracas, y allí contrajo matrimonio con Belinda de Ayala Quintana.

Al concluir la guerra de Cuba (1868-1878), con la firma de la paz del Zanjón, regresó a Santo Domingo, República Dominicana, donde fue nombrado Director de la Escuela Normal y fue profesor de Derecho y de Economía Política en el Instituto Profesional.

Regresa a Chile en 1889, donde ejerció tareas docentes, fue Director del Liceo de Chillán y del Liceo Amunástegui de Santiago. Allí realizó varias publicaciones y estudios pedagógicos, literarios y políticos.

Al estallar en 1898 nuevamente la guerra en Cuba, regresó a Puerto Rico para luchar por la libertad. No obstante, tuvo que recurrir al exilio por persecución política, acto que lo lleva, en 1900, a establecer su residencia permanente en Santo Domingo, donde fue designado Director General de Enseñanza Normal.

La preocupación de Eugenio María de Hostos por la ética quedó plasmada en el ensayo Moral social (1888), y su temprana vocación legalista, en Lecciones de Derecho Constitucional (1887). También es autor de tres ensayos: Biografía de Plácido (1872), Cartas publicadas acerca de Cuba (1895) y Meditando (1909), obra póstuma que recoge su célebre Ensayo sobre Hamlet. En el terreno de la creación literaria, Hostos dio a la imprenta en 1863 la novela simbólica titulada La peregrinación de Bayoán, donde dejó plasmados sus postulados independentistas. En 1939 se publicó su obra completa en 20 volúmenes.

Este hombre, más americano que puertorriqueño, falleció en Santo Domingo el 11 de agosto de 1903. Desafortunadamente, su pensamiento en torno a la educación y la mujer, sus valores, ideología calaron profundo en los países de América del Sur y el Caribe, más que en la Tierra que le vio nacer. Es por eso que debemos continuar divulgando su obra y su pensamiento. Para que nunca mueran en la memoria colectiva...

Para leer más sobre su vida y obras puedes consultar la siguiente página: http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/LiteraturaLatinoamericana/deHostos/index.asp

viernes, 11 de abril de 2008

JOSÉ DE DIEGO (1867 – 1918)


José de Diego se le considera una de las figuras antillanas más 
destacadas del siglo XX. Hombre polifacético, fue poeta, ensayista, jurista y político. Cursó los estudios primarios en Mayagüez, Puerto Rico, para luego seguir sus estudios universitarios en Logroño, España. En 1891 se trasladó a la Universidad de la Habana, Cuba, donde recibió la licenciatura en Derecho. Un año después se recibió de doctor en derecho. Mientras estudiaba en España, a causa de ciertos poemas de contenido revolucionario, fue puesto en la cárcel. Muchos de sus poemas eran precisamente de contenido político contra España, dada la situación de las últimas colonias en América, especialmente de Puerto Rico y Cuba. También tiene poemas de contenido religioso.


Debido a su espíritu patriótico, estuvo involucrado algún tiempo en asuntos políticos de su país. Una de sus más grandes luchas, y a su vez gran anhelo, fue el ideal de la independencia para Puerto Rico. Además de su éxito como abogado, ocupó varios puestos gubernamentales en la Isla.


Como literato, José de Diego se distinguió por el pujante contenido de su obra poética. En cuanto a su estética, esta comienza con el decadente Romanticismo, haciendo incursiones en el Pre-modernismo, pero fue, sobre todo, un buen representante del realismo. Un poema de corte romántico lo hizo famoso en la Isla, dicho poema fue: “Elegía a Laura".


La crítica divide su obra poética en cuatro partes: Tiempo de Jovillos, Tiempo de Pomarrosas, Tiempo de Rebeldía y Tiempo de las Parábolas, que corresponden a cuatro momentos de su producción poética.


A continuación uno de sus más hermosos poemas “En la brecha”. Inspirado en la lucha por los ideales, no importa cuales sean éstos.


"En la brecha"


¡Ah desgraciado si el dolor te abate,


si el cansancio tus miembros entumece!


Haz como el árbol seco: reverdece


y como el germen enterrado: late.


Resurge, alienta, grita, anda, combate,


vibra, ondula, retruena, resplandece...




Haz como el río con la lluvia: ¡crece!


Y como el mar contra la roca: ¡bate!


De la tormenta al iracundo empuje,


no has de balar, como el cordero triste,


sino rugir, como la fiera ruge.


¡Levántate!, ¡revuélvete!, ¡resiste!


Haz como el toro acorralado: ¡muge!


O como el toro que no muge: ¡embiste!
Si deseas conocer sobre este insigne puertorriqueño y muchos otros, visita las siguientes páginas:

miércoles, 23 de enero de 2008

¡Bienvenidos!

Muchos son los hombres y mujeres que han contribuido a forjar nuestra historia. Algunos lo han hecho a través de la literatura, otros a través de los deportes, y muchos a costa de su libertad. En fin, han sido muchos y a la mayoría se les ha olvidado en viejos libros de historia. Este blog pretende reconocer las hazañas de estos heroes que han grabado con tinta, sudor y sangre el corazón de la Patria.
¡Bienvenidos!

Eugenio María de Hostos: Ciudadano de las Américas...

"Educa a la mujer para que sea ella quien eduque a los niños que serán los hombres que forjarán la patria...!  Chile, 1873. Eugenio ...

lunes, 10 de enero de 2011

Eugenio María de Hostos: Ciudadano de las Américas...


https://www.cervantesvirtual.com/portales/eugenio_maria_de_hostos/imagenes_retratos/imagen/imagenes_retratos_06_eugenio_aria_hostos/
"Educa a la mujer para que sea ella quien eduque a los niños que serán los hombres que forjarán la patria...! 
Chile, 1873.


Eugenio María de Hsotos, el Ciudadano de las Américas, como se le conoce por su gestión en favor de la unión de los países de América, nació el 11 de enero de 1839 en Mayagüez, Puerto Rico en 1839. Dedicó su vida al servicio de los demás desde el campo político, pedagógico y la literatura.

Cursó sus estudios primarios en el Liceo de San Juan de Puerto Rico, prosiguió sus estudios secundarios en España y continuó en la Facultad de Derecho de Madrid. Luego, viajó a París, de allí a Nueva York, desde donde luchó por la Independencia de Cuba donde, más adelante fundaría el periódico "La revolución", con este fin.

A partir de 1871, comenzó a recorrer América del Sur (Colombia, Perú, Chile, Argentina y Brasil), defendiendo su ideario antillano en defensa de la libertad de sus pueblos. A través del tiempo y de su paso por estos países hermanos, fue dejando su huella y su contribución al progreso y la educación de América del Sur.

En Chile, profundizó en sus ideas educativas y en la instrucción de la mujer; allí publicó "El Juicio crítico de Hamlet". Fue miembro de la Academia de la Academia de Bellas Letras de Santiago.

En Argentina, propició la construcción del ferrocarril trasandino, que lleva su nombre. Primer tren en cruzas la Cordillera de los Andes. Allí también su pluma se dejó sentir al publicar artículos en el Diario "La Nación".

En Brasil se dedicó a escribir sobre la exuberancia de la naturaleza en esta zona.

En 1874, dirigió con el escritor cubano Enrique Piñeyro la América Ilustrada. En este año regresó a Nueva York.

En 1875, regresó a las Antillas, a la única isla libre, la República Dominicana; y en Puerto Plata, Santo Domingo, dirigió Las Tres Antillas. El ideal de Hostos era lograr la Confederación Antillana.

Volvió nuevamente a Nueva York. Luego se dirigió a Caracas, y allí contrajo matrimonio con Belinda de Ayala Quintana.

Al concluir la guerra de Cuba (1868-1878), con la firma de la paz del Zanjón, regresó a Santo Domingo, República Dominicana, donde fue nombrado Director de la Escuela Normal y fue profesor de Derecho y de Economía Política en el Instituto Profesional.

Regresa a Chile en 1889, donde ejerció tareas docentes, fue Director del Liceo de Chillán y del Liceo Amunástegui de Santiago. Allí realizó varias publicaciones y estudios pedagógicos, literarios y políticos.

Al estallar en 1898 nuevamente la guerra en Cuba, regresó a Puerto Rico para luchar por la libertad. No obstante, tuvo que recurrir al exilio por persecución política, acto que lo lleva, en 1900, a establecer su residencia permanente en Santo Domingo, donde fue designado Director General de Enseñanza Normal.

La preocupación de Eugenio María de Hostos por la ética quedó plasmada en el ensayo Moral social (1888), y su temprana vocación legalista, en Lecciones de Derecho Constitucional (1887). También es autor de tres ensayos: Biografía de Plácido (1872), Cartas publicadas acerca de Cuba (1895) y Meditando (1909), obra póstuma que recoge su célebre Ensayo sobre Hamlet. En el terreno de la creación literaria, Hostos dio a la imprenta en 1863 la novela simbólica titulada La peregrinación de Bayoán, donde dejó plasmados sus postulados independentistas. En 1939 se publicó su obra completa en 20 volúmenes.

Este hombre, más americano que puertorriqueño, falleció en Santo Domingo el 11 de agosto de 1903. Desafortunadamente, su pensamiento en torno a la educación y la mujer, sus valores, ideología calaron profundo en los países de América del Sur y el Caribe, más que en la Tierra que le vio nacer. Es por eso que debemos continuar divulgando su obra y su pensamiento. Para que nunca mueran en la memoria colectiva...

Para leer más sobre su vida y obras puedes consultar la siguiente página: http://www.bibliotecasvirtuales.com/biblioteca/LiteraturaLatinoamericana/deHostos/index.asp

viernes, 11 de abril de 2008

JOSÉ DE DIEGO (1867 – 1918)


José de Diego se le considera una de las figuras antillanas más 
destacadas del siglo XX. Hombre polifacético, fue poeta, ensayista, jurista y político. Cursó los estudios primarios en Mayagüez, Puerto Rico, para luego seguir sus estudios universitarios en Logroño, España. En 1891 se trasladó a la Universidad de la Habana, Cuba, donde recibió la licenciatura en Derecho. Un año después se recibió de doctor en derecho. Mientras estudiaba en España, a causa de ciertos poemas de contenido revolucionario, fue puesto en la cárcel. Muchos de sus poemas eran precisamente de contenido político contra España, dada la situación de las últimas colonias en América, especialmente de Puerto Rico y Cuba. También tiene poemas de contenido religioso.


Debido a su espíritu patriótico, estuvo involucrado algún tiempo en asuntos políticos de su país. Una de sus más grandes luchas, y a su vez gran anhelo, fue el ideal de la independencia para Puerto Rico. Además de su éxito como abogado, ocupó varios puestos gubernamentales en la Isla.


Como literato, José de Diego se distinguió por el pujante contenido de su obra poética. En cuanto a su estética, esta comienza con el decadente Romanticismo, haciendo incursiones en el Pre-modernismo, pero fue, sobre todo, un buen representante del realismo. Un poema de corte romántico lo hizo famoso en la Isla, dicho poema fue: “Elegía a Laura".


La crítica divide su obra poética en cuatro partes: Tiempo de Jovillos, Tiempo de Pomarrosas, Tiempo de Rebeldía y Tiempo de las Parábolas, que corresponden a cuatro momentos de su producción poética.


A continuación uno de sus más hermosos poemas “En la brecha”. Inspirado en la lucha por los ideales, no importa cuales sean éstos.


"En la brecha"


¡Ah desgraciado si el dolor te abate,


si el cansancio tus miembros entumece!


Haz como el árbol seco: reverdece


y como el germen enterrado: late.


Resurge, alienta, grita, anda, combate,


vibra, ondula, retruena, resplandece...




Haz como el río con la lluvia: ¡crece!


Y como el mar contra la roca: ¡bate!


De la tormenta al iracundo empuje,


no has de balar, como el cordero triste,


sino rugir, como la fiera ruge.


¡Levántate!, ¡revuélvete!, ¡resiste!


Haz como el toro acorralado: ¡muge!


O como el toro que no muge: ¡embiste!
Si deseas conocer sobre este insigne puertorriqueño y muchos otros, visita las siguientes páginas:

miércoles, 23 de enero de 2008

¡Bienvenidos!

Muchos son los hombres y mujeres que han contribuido a forjar nuestra historia. Algunos lo han hecho a través de la literatura, otros a través de los deportes, y muchos a costa de su libertad. En fin, han sido muchos y a la mayoría se les ha olvidado en viejos libros de historia. Este blog pretende reconocer las hazañas de estos heroes que han grabado con tinta, sudor y sangre el corazón de la Patria.
¡Bienvenidos!